Epitafio

Por completo estoy, ahora,

absuelto y libre de toda

forma de la pesadilla.

Tejidos

Terraplén de un cuento en lo inconcluso,

se demora el carnaval,

ciego de gallos de la infancia.

A la vera de los cielos,

todas las puertas temblaron mi caída.

Fui un incendio en el insomnio

y  una alarma desde la conciencia,

clamando por la paz

de la levadura que no es risa devastada.

Cortezas

Desatiendo cronómetros despacio,

que son la frecuencia solapada

de las historias.

Hay distancias y lejanías,

acercando esta reverencia

en la música de bestias ahuyentadas

y un sismo se repite

en los laterales de la pantalla.

Desesperados caminos del instante,

que desvirtúan algún momento

y tientan la eternidad

con un roce de nervios confundidos.

Desde los parques sin aplastamiento,

busco la sombra de los árboles

que esperan, siempre todavía.

 

Dialectos

Pasó el materialismo dialéctico

y la paz no es molicie

ni ojo por ojo. Una seriedad,

buscando no agravar lo que se ensombrece.

La inercia parece tranquila.

El mar no tiene envidia ni celos.

La dicha sobre las páginas de la alegría

y un sucedáneo de la gloria

que es regocijo para el escándalo público.

De la segregación en todo marzo

y el coraje que es valor

de los renacimientos.

                                                   Basado en "Tienda de los milagros", 

                                                                                  Jorge Amado.

 

Don de gentes

Al dirimir la luz que flota en la avenida,

inventan las flores su brillo más aparte.

El viento, ahora, está nombrando

multitudes. Por sobre un agobio,

termino de pensar los recovecos.

Para simular un veredicto,

tiene jerarquías la distancia.

Yo dejo las manos en la brisa,

que trajo un cántaro

de solidarios surcos.

Hay un gesto diciendo

lo plural de lo entrañable.

 

Diáfana

La claridad que siempre busqué,

habita estos latidos sin agitación.

Acompasado y presente,

sorteo las perturbaciones

en toda la extensión de los días.

Intenciono la naturaleza,

exhausta de dar vida

y todo el movimiento rizomático,

florece en los corales.

Lápices

Emigrar hacia la calma que se disolvió.

La pobreza material no es tal para el sentimiento.

Se van todas mis desesperadas

preocupaciones, cuando se abre

en tu sonrisa, la profundidad del océano.

Sin dejar correr ciertas moléculas,

el afuera es dispersión

y hollín de afanes irresueltos.

Desde una simpleza más humana

reincorporo el aire de esta tierra,

donde acaso toda despedida

es principio de labrados corrales disidentes.

Basado en "Una de terror",  Pablo De Santis.

Embudos

Impronta de un reloj con pilas nuevas

que no responde. Algo se fue

de los hechos a cada paso.

Un vacío nombra los vacíos

que son desbarajuste

y acaso en el silencio

hay una preeminencia de las cosas,

sobreimpresas a la inquietud

de la más frágil existencia.

Convivían casi imperceptibles

las agujas de otra coyuntura,

donde los envases esperaban

calmar las mismas ansiedades

y ya no siento el frío desmedido

de volver a enhebrar lo que no fue. 

Abundancia

Un espacio sin trincheras.

Una cuenta que suma decimales por milenios.

Ínfima fracción en las acciones

de toda la bondad.

Siempre un poco más

en la reverberación de muchos

barcos anclados.

Desagotando balsas sin bordear

y el sol con su excesivo brillo.

Peces que volaban en lejanas cordilleras,

donde la sal fue pájaros nadando

y aquellas piedras venían desde el hundimiento.

Que para continuar, el tiempo es invencible.

Como la tormenta fiel en un desierto,

llegan nuestros pies, ya siendo algas marinas.

  

Basado en una pintura de Matisse.

Perfección de la gracia

    Cuando el niño, extendió la amplitud de la sonrisa, tenía los pies por sobre las nubes y todos los planetas ya brillaban en la paz más anárquica del sol.

Madre

Aunque la noche del mundo,

insista en la imprudencia

de un suplicio.

Por más que todo nuble los sentidos

y hasta las rendijas más mínimas

se rindan por espanto.

Digan lo que digan

y hagan lo que hagan

los oportunistas cruzados.

Nunca la generalidad sin alma,

abolirá los pétalos esparcidos

por el amor ferviente

de tu inmensa mansedumbre.

¿ Podré con tanta devoción

o es sólo pereza y comodidad?

 

Cuerpo del norte

Intrincado en un derrame de ausencias,

volqué los frutos de la serenidad.

El humo y el polvo de la tarde,

emitiendo una meseta

de viento sureño,

donde dibujados rudimentos

copiaron en préstamo

las alas del invierno.

Tanto por hacer en los detalles.

Sin saberlo el tiempo primigenio,

re descubre un valle

de admiradas oquedades

y una túnica de nubes que viajaron,

desemboca en las manos

de todo el barro hecho vasija.

Vuelos de cabotaje

Tu armonía y tu suavidad,

para acercar una constancia

de la plenitud.

Más que un preludio en la merienda

y un atravesar de calandrias

por las ventanas del olvido.

Allá tiempo y hace lejos

había que cuidarme

de mi propio dolor.

Ví que la distancia y la soledad,

habitaban el sol de lo feliz.

Porque hay eclipses en la luna

injustificados de ansiedad

y una forma rastrera de los sueños,

obnubila los despegues.

 

Selvas

Sin opciones en mi honestidad,

respiro profundo y afronto el día.

Fantasmático luché en un prado

de cemento. Ninguna jactancia

aprueba las errancias de la luna.

Se ve un claro de sonidos,

en el trasvasar energético

de la fortaleza de los árboles

en su calvario. 

Basados en "La jungla de asfalto", B. W. Burnett. 

Caminos

Espigas de trigo en la mañana

que refleja estrellas morochas,

entregadas por brillo.

Cincelando estaba un resguardo de ocasión

y no hubo cielo que hostigara

los hombros de lo humano.

Impreciso y  necesario

el lenguaje añora la atmósfera,

allá del universo.

Dicho así mientras deambulo

por calles que son del apuro en refrigerio

y un silbo de pájaros que se va

al corazón de todo lo permanente.

Reciclajes

Instancias de lo tardío

en la mundana infraestructura,

amígdalas que perdí en pleno vuelo,

poesía del poema llevado a correntadas

y  un embrujo de quimeras

que fermentó a silencios el delirio.

La realidad bajó apaciguadas intenciones

y anduve otros ovillos

también sin cables que decían,

el  dolor es proporcional

a cada sesgo de tu herida.

Mucho tiempo después, se oye un tango

sin comercios. 

    

Navegación

Soy la red y el bufón lo sabe.

Acaso a lo lejos duerma el rey.

Digo sin contundencias los espejos.

Porque todos se han ido

hacia la nebulosa de saberlo.

Hacemos de la luna un guiso imaginario.

Tramaba en la penumbra

un suburbio después de sublevado 

y no hay ritos sin sacrificios.

Ya que soy nadie intermediado

y el cielo pasa sin púrpuras mis pies,

me dejo repetir los barcos la memoria

y es de noche en el sol

con el día que despierta.

Quizás esta insinuación, dure más que yo.

 

Grietas

Cada día ocurre un milagro,

estés donde estés.

¿ Acecha Dios o el apocalipsis?

Abrazo el espesor de tu presencia inmaculada.

Creo en la contundencia de la palabra cómo.

Nada es tan fuerte como la costumbre.

Lo que resiste es el aire sin tristezas.

Después de los sudores hincados del día.

Ataques de pánico

   Cuando aquel niño vió que los cuadernos escolares no eran redondos, el malo de la película ya le había robado la pelota.

A vuelo de pájaro

Suspiro de la flor,

razón de la sinrazón equilibrada

en el aire, latir de un latir

más el espacio dual,

todo es memoria.