Lápices
Emigrar hacia la calma que se disolvió.
La pobreza material no es tal para el sentimiento.
Se van todas mis desesperadas
preocupaciones, cuando se abre
en tu sonrisa, la profundidad del océano.
Sin dejar correr ciertas moléculas,
el afuera es dispersión
y hollín de afanes irresueltos.
Desde una simpleza más humana
reincorporo el aire de esta tierra,
donde acaso toda despedida
es principio de labrados corrales disidentes.
Basado en "Una de terror", Pablo De Santis.
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