Don de gentes
Al dirimir la luz que flota en la avenida,
inventan las flores su brillo más aparte.
El viento, ahora, está nombrando
multitudes. Por sobre un agobio,
termino de pensar los recovecos.
Para simular un veredicto,
tiene jerarquías la distancia.
Yo dejo las manos en la brisa,
que trajo un cántaro
de solidarios surcos.
Hay un gesto diciendo
lo plural de lo entrañable.
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