Sublimación

Ni Santo ni Héroe ni Loco.

Ya nunca más fue tangible

el amor resplandeciente.

La pobreza siempre exterior

puede ser no interminable.

Casi rima infinita la guerra

y el despojo

pero sólo la poesía

es eternidad.  

Interior

De un cielo que vi nació la luna.

Un exceso de hermosura

me duerme turbado

más el tiempo desligó sus piedras

y ahora soy por entero un párpado.

basado en "Yo, robot", Asimov I.

Malabares

Voces y contextos llegan y no están,

estando y diciendo

el viento se arroga el derecho

a inmiscuir todo

dentro de un apocalipsis.

Apuro y lentitud

de esta vida en segundo plano.

Nunca aprendo.

Un después de las palabras en murmullos

conectores sobreabundan

la falta de planicies

donde leve ya hundidos

los escalones de la tarde

huyeron agobiados

y el fin de la espesura.

Una forma vital quiere los ríos

que sustentan nuestra inconstancia.

Defectuosa mal bajada

está la pausa

y el cielo es cercanía

permanente mucho más

que los aviones.

Domingo en si bemol

Ignoro el trazo del sonido

y hay lejanas siestas sumergidas,

ya la bruma tomó mi cuerpo

donde ahora el cielo

es un ladrido esporádico.

Descubro este velo robado

a lo robado sin delito:

un camino que se abre en dos

y la voz que amé

en tu reclamo.

Sin temor a la sidra amarga

del amor.

Pétalo de un arquetipo

que sabe callar

a diferencia de todas mis derivas.