jueves, 29 de diciembre de 2022

La dicha ecuménica

 Hay un  elemento poético

ubicuo y permanente.

Es  ineludible

y también impropio

para  el lenguaje.

Se manifiesta

en la incomodidad

y  fugaz

vive  y sobrevive.

Carece de toda burocracia

porque se nutre

del aire

y  no hay quien sepa

su  procedencia

ni mucho  menos su destino.

Lo  insinúa esta transcripción

y algunos  pájaros juegan

felices

a traducirlo.

Gestándolo ya voy perdiéndolo

hacia universos otros

y una leve sospecha

me grita

que a veces Dios

también lo percibe.




martes, 27 de diciembre de 2022

Imbricación

 En esta desolación

que se me está

llevando la piel

más tironea la penumbra

que sin embargo

el atardecer

nunca envidia.



viernes, 23 de diciembre de 2022

Visión breve

 Cada parte aparte

imperceptible

donde llueve

horizontal

otro deslinde

más vitalidad

eterna espera

sin quedándonos

menos tinieblas

y adormecido

silba cerca un colibrí.


En la transparencia

del aire

que desmiente

mis delirios

hay un trazo

rasgado

de la luz entre las nubes

por cada sol

hecho memoria

en el río frágil

de un tumulto ya ignorado.



Simbiosis

 Aprender a no controlar.

Dejar fluir.

Empaparse en cada verbo.

Hacer de la mente

apenas una atención amable,

una esperanzada

ausencia de expectativas.


Y la luna es un estallido

de cristales que reían.




sábado, 17 de diciembre de 2022

Pliegues

Cruzar casi todo

el día entero,

las horas amortajadas,

los pasos malheridos,

la tinta corrida

por debajo del lenguaje

y este infinito

desrespiro.


Por todos los estados

en mis manos

de intemperie.

Mi corazón de niño

le dice a mi alma de hombre

vive, sólo vive.

Mi corazón de hombre

le dice a mi alma de niño

el silencio es música

en el confín que no alcanzas.


Se engaña la oscuridad

creyéndose un impacto.



 

jueves, 8 de diciembre de 2022

Ansiedad de otra lluvia

    Decidí no dormir nunca más. O mejor dicho, fuerzas sobrenaturales me obligaron a mantenerme despierta en forma permanente y absoluta. Obligaron es un decir. Un mal decir. Un decir mal. Me reconcilié con mis orígenes y sobreviene este razonamiento: "que un niño sufra hambre en cualquier rincón del planeta, es responsabilidad de todos". Existe una simetría. Hay que encontrarla y no perderla de vista.

   

   Tengo cien años y ningún recuerdo real. Soy la verdadera conciencia del universo. Leves resquicios de paz que ensanchan el mundo. Sin sermones ni consejos ni líneas bajadas en lo inútil. Sustraigo todas las máscaras y parezco confundir incluso mi propia voz.


   Fui nadie entre las calles del olvido. Soy nadie y siempre canto. Seré nadie y aún sin entender, tomaré este idioma simple. Repartir cada día todo el pan. Es más fácil que escribirlo, que contarlo, que exponerlo. El pan es sólo el pan. Un contagio sencillo abre ahora las manos del tiempo. Hay un reguero de flores debidas y un sueño en el sueño que tuvimos.


   Ya no sé si llamar a esto desvelo. Se me volvió irreconocible la frontera de los sueños. Distingo un espacio tan igual que hasta las palabras pierden relieve. Pero todavía la calma resulta mentida y el silencio es vapor. En esa bruma incolora, los días desordenan su sucesión y algo, que ciertamente, no se define en la rutina, sobreviene como explotado en el centro de la fe.


   Fuiste hasta lo más hondo de tu oscuridad. Cruzaste además todas las sombras. Viste, casi sin querer, lo precario de toda construcción. Adivinaste cada brillo en la síntesis cósmica de lo que no relumbra. Provienes de aquel silencio que engendra la paz de la paciencia. Sos como para siempre, el trabajado sudor de los días intrampables. Una luz tenue de potencia. Un transcurrir idóneo de náuseas desechadas. Una espera de todo el merecimiento que no se aguarda. Un premio salado en el mar de la ironía. Ese baile discontinuo de las gotas de tinta herida.


   Está ausente cualquier matemática. Todas las formas del cálculo se van por la pendiente de los pies de la ternura. Es la tierra viajada en el barro de lo uno. Es la exacta lucidez  del agua que lo da todo. Es cada diferencia imbricada en cada diferencia. Quiere esa plenitud exiliar los cementerios y engrandecer por sobre el universo toda flor.