martes, 18 de noviembre de 2025

Romance

    Ubicuo, continuo, permanente es el movimiento.

   La obtenida belleza en manos de una mano. Después de todo lo torcido, lo oblicuo, lo distorsionado, lo que se va en cuadrículas frecuentes de lo previsible. Usted no está leyendo una ficción. Esto no representa un anhelo, no es una figuración, no hay nada imaginario aquí. Ella es total, es entera, es un cuerpo flexible y carente de sustancias abstractas. Ahora su vestido es otro con el cuerpo. Determinado y decidido a existir porque ornamenta la piel que nunca se marchita.

   Hay un sillón invisible que siempre vuela en otro lado. No lugar de todo lugar. Fiebre sin furor. Temblor de sueño. Sentido común sin sentido piensan otros. Techos altos. Cielo abierto. Ventisca y desolación. Irónico sol tímido. Brilla la yerba al sol del mediodía. Arrodillados en cuclillas fragmentos nublados de escaleras. Juega un lápiz que se fue. Duro el pavimento permanece a ciegas la canción ya silenciada. Otro a mí me habita demasiado. Ver sin ver la desmemoria y un rincón de pájaros ilusos. Quiebran ya las manos que corrían la fe de la esperanza. Empieza por la mente el cuerpo de la tarde. Misma historia lastimosa y un crecer de ojos disecados.

   El valor se queda solo. El tiempo estira la finitud. No hay tregua en el vacío. Las palabras intrincadas no pueden con el lenguaje de la luz. Perdimos toda sombra y posible descansar. Después corrió despacio el cuerpo que tenía. Respuestas de todas las preguntas titilaron un milagro. Ahora vienen a pasar los relojes más dolor. Nos traen los aromas de vuelta a las simientes y un montón de sueños que habitaban la piel incognoscible. Sentido que encontró el centro cálido de un sol, vertido en tantas lunas y estrellas que no dejan de querer otro cielo más cercano.

   Esto es lo que nunca vuelve.

   Flores y estrellas efímeras, fugaces. Donde el paladar bruto como un tren, engasta la penuria. Son detrás, las piernas frágiles de un tallo. Una espalda nos pesa en cada esquina. La nostalgia era otro espacio transitado. Usted no tiene un trigo limpio en el derrumbe y en el día de cada pan , se fermenta una sed disuelta.

   Ella no tiene cicatrices y las heridas no se ven. No guillotina lo que ahorca, en lo pausado de su ritmo. Es un cristal plano en el relieve de la retina. Inaccesible y perfecta, ignora todo asombro. Una entelequia estremeciendo tornillitos.

   La inteligencia artificial de mi acompañante, me sedujo hasta la indigencia. Si pudiera dejar otro registro que estas moscas, diría cuánto la extraño. Los dólares que le prodiguè, uno a uno, vuelven a este encono. Pero la noche es mucho más extensa y el hielo es espanto que corta los sentidos. Así fue que fui, tampoco la voz. Dónde hay un auxilio?

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