miércoles, 11 de mayo de 2022

Karma

Tantos seres como somos.

Viajan incómodas indiferencias.

No era de ni como

sino cuando

aunque tampoco.


El abrupto movimiento

se llevó

prolijamente

el instante ahora retocado.


Uno más

para este ritmo

que cayendo va

llega la pausa

y entonces vuelve el cielo.


Mi alma cruje

en esta mezquina ciudad

que quiero tanto.

Gritos, corridas y ruidos

se evaporan lo mismo

que lo inútil en lo inútil


y en un cono de luz

de la penumbra

donde además

me abandonaron las palabras.



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