Placer
Llegó un poco cansado del trabajo. Abrió la puerta con parsimonia. Reacomodò algunos objetos y miró la alacena. Abrió la ventana y el aire fresco sobre la cara, le disipó toda sensación de sueño. Buscó el vino de jerez. Se había ganado con creces ese momento disfrutable. Descorchò la botella en la cocina. Sintió júbilo. Bajó una copa y sin apuro fue hasta la silla más cercana. Dejó todo sobre la mesa y se descalzò con alivio y placidez. Oyó el suave rumor del líquido, derramándose en el cristal. Con el primer sorbo y los ojos entrecerrados, notó la presencia de la mujer. Se acercó por detrás, y le oprimió los hombros con las manos para calmarlo todavía más. Escuchó las palabras, en un tono tajante de autoridad.
- Acá se viene a trabajar, no a dormir- definió la supervisora, extendiendo los dedos como garras sobre la espalda del empleado.
basado en "La ciudad dormida" de Paul Delvaux.
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