Contingencias
Escasean las medias y mi noche triste
igual sonríe. Cosas de los siglos.
Por amor se mata y se muere,
sólo en las canciones.
Con mi más paciencia que sala de hospital.
A prótesis apretadas, resisto.
Qué lija cada cual su camino.
Por sobre los cristales empañados
del terco revisionismo,
pienso nada más que tendría
que limpiar los vidrios
de mi ventana. Hay vida
más allá del blog. Esta pasantía
que me auto impuse, quizás
le sirva al dispositivo casi
desamparado. Apretujadas sílabas
del entuerto que mira rajaduras
en el acordeón desafinado de esta espera.
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