Relojes de sol
Una madera en alta mar.
Un proyectil petrificado en la tarde.
Una isla desierta
sobre la hornalla de la cocina.
Otro recuerdo para evitar perderme.
Y la superficie triste
de mis encias.
La conciencia acompañándome
sin la mala voluntad
de otro grillo abandonado.
La fuerza omnipresente
de la amistad perpetua.
Un bálsamo de arena
entre los tobillos
de la indiferencia.
Un pan dulce sin vitrinas.
La esfera compasiva
que ayuna sin hambres abismadas.
Esta única certeza en el corazón.
El poder de la divinidad
con sus respuestas inmediatas.
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