Raíz
El trinar de las aves
por la mañana.
La búsqueda del aire
bajo el sol.
Todas las lluvias
que pasaron inadvertidas.
Por la piel de la piel
que se llevó esta arcilla
de una tarde consumada.
Las estructuras frías,
sin ancestros en los pies
acuden cotidianas
hasta la espesura
del espíritu sin profundidad.
Esta hoja de papel
tributada por el árbol
y la inquietud
de mis manos desfasadas.
Absolutamente toda la calma
de un pájaro silencioso
inquiriendo las cortezas.
Los nombres de lo vivo
dentro de los nombres de lo vivo.
Por cada vuelo que nos trae
la conciencia delicada
de contemplar la luz.
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