miércoles, 17 de agosto de 2022

Neologismos criollos

Son tantos colectivos

en el olvido

y años por siempre

de andar a pie,

que todo vuelvo

a intercalar


menos la herrumbre

de la rutina

más por la silueta

de los libros que me volé.


¿Quién es quién

en este infierno?


Ok mai brader,

no es como turco en la neblina,

es como poeta en trámite.


Arreguar!


No podio maconia

no podio má con la vida.


Mirá que gracioso:

solo, de noche y amargado


ríe en mí

todavía

lo que de mí sonríe.


Siempre habrá palabras de peso,

libros por leer,

pensamientos por dilucidar

y extraños paraísos

que a nadie salvan.


¿Muerto en vida?

No le ha ido tan mal,

dicen que le dijo

Borges a Rulfo.


Nos queda por reiventar

el lenguaje depurado

de los sueños sin los sueños

ya soñados.


Como una pregunta

en la luz de la penumbra

absurda de jactancias

que esperar

en el sino del poema

otra vez y una vez más

hacia el viento sin pobrezas

de la alegría tan genuina

igual que olvidar

-absolutamente olvidar-

todo crecimiento.


¡Pataplún! del hambre

que yo tengo por saciar.

Y los infinitos buenos libros

que en esta tierra todavía

me contienen.

basado en "La hora del reposo", Pio Collivadino  (detalle)

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