Tatuaje
Esculpir el aire
y mis riñones.
De la risa que golpea
ya la pena de la pena.
Para herir sin herir
toda cicatriz
tan seria
del amor.
Hay un espejo de agua
cegado en la avenida.
Por más que el sentimiento
llegue a esta penumbra
yo colijo toda sombra
que me envuelve entre cadenas.
Ahora es una gota
besando tu semilla.
Más la tierra de la tierra
nos precede la memoria.
¿Hacia qué raíz
voy a desentumecer
toda pegunta?
Después apenas avizoro
el sentido frío.
Que se cae de calambres
sin el fuego y el dolor.
Despacio además
el cuerpo se retrae.
Hasta que todas las palabras
nos desmienten la verdad.
Donde nunca el infinito
se detuvo para el humo
que respira en la distancia
de las nubes que bostezan.
El mundo que destraigo
gira sin demoras
en los ojos de tu arena
y no hay olas que se traguen
el eclipse más enfermo
que persigue la violencia.
Es muy suave ahora este derribo
de frutas que partieron
en la piel de tanto encanto.
Y así no se detiene
el lenguaje que decide
por nosotros en la sangre
más cierta del silencio.
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