Naufragio
El mar grita
su oleaje más oscuro.
Se refugian los peces
en la profundidad.
Me pesan los brazos
ya casi inertes.
Arden las partículas de sal
inútilmente buscando
la extensión del cielo.
Al caer masificadas de azul
en la absoluta grisura de un estruendo.
Los disueltos brillos del sol
fogonean mi fiebre sin regreso.
Ahora vislumbro
la fortaleza de las realidades.
Poco a poco
mi respiración
va cerrándose
a los vientos todos.
Con el aliento último
vuelvo a un descubrimiento:
yo-quería-ser-poeta.
2 comentarios:
Gracias por la poesía,poeta
No será mucho? jajaja, abrazo grande!
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