miércoles, 29 de julio de 2020

A mi lámpara

Demasiada última palabra
Silenciado los lenguajes.
Tanteando entre ruidos
oblicuos que murmuran.
El punto aparte en la obviedad
desentrañada de la verdad que ya partió.
Hay una escritura de costado
que no se derrama
ni se tumba en carcajadas.

Alguien canta muy despacio
en la frágil mañana anochecida,
donde un eco sordo de las sombras
recrudece el infortunio
de toda piedra tropezada
en los hombros de la locura.
Ya no hay para caerse vivo
cuando el silencio aturde
con sus carteles sin ironía ni relieve.

Luego,
lentamente,
el fuego quemará toda agonía.





0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio