El barco evoca
su naufragio
en el puerto soñado
de su anclaje.
La sombra de una ola
es el sitio
de mi mano lùcida.
Yèndome
para volver
a la vegetaciòn de tus ojos.
Un magnetismo de aurora
atempera
las cuerdas erradas del dìa.
Busco el nèctar
de la distancia
para quedarme
en tu vientre de jazmìn.
1 comentarios:
Pablo: Me encantó tu barco con alas, tu barco deslizándose sobre pétalos del jazmín que se deshoja con promesas de amores... Deseándo, tal vez que de una vez esos amores vengan con promesas de anclaje...
Gracias por este hermoso momento... no se me hubiese ocurrido mejor título a esta navegante historia.
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